Acerca de
Beltran de Santa Cruz
La mansión restaurada y convertida por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana en el hotel Beltrán de Santa Cruz está a sólo un momento de camino calle abajo por la calle de San Ignacio partiendo de una de las más hermosas plazas de la Habana Vieja, la Plaza Vieja.
Esta Plaza es la única puramente residencial de la vieja ciudad. Fué ocupada en el siglo dieciséis por los contrariados ciudadanos después que el comandante del Castillo de la Fuerza se apropiara de la Plaza de Armas para sus ejercicios militares, privando así a los habaneros de su principal área pública.
La Plaza Vieja está rodeada de bellos palacios coloniales y el Hotel Beltrán de Santa Cruz data precisamente de ese período. Fué construída esta mansión por los padres de Gabriel Beltrán de Santa Cruz y Aranda, que en 1770 recibieron el título de Conde de Jaruco y se instalaron en este hermoso palacio aún hoy conocido como la casa de los Condes de Jaruco.
La mansión que se convertiría en el hotel Beltrán de Santa Cruz, pasó posteriormente a los descendientes de uno de los ciudadanos más ilustres de La Habana, el Marqués de Cárdenas de Monte Hermoso. Sus huéspedes incluyeron al eminente científico alemán Barón Alexander von Humboldt y tres príncipes franceses: el Conde de Beaujolais, el Duque de Montpensier y el duque de Orleáns, que más adelante se convirtió en Louis Philippe I de Francia.
La graciosa arquitectura colonial del Hotel Beltrán de Santa Cruz y el diseño interior, y su proximidad al corazón del centro histórico de la ciudad, lo convierten en una opción muy atractiva para los aficionados a la historia y la arquitectura.