El hotel Palacio O'Farrill es una magnífica mansión neoclásica que está ubicada en la esquina de las calles Cuba y Chacón cerca del puerto de La Habana. Su dueño, Don Ricardo O'Farrill y O'Daly, hizo su fortuna en el comercio de esclavos, y poseía varios centrales azucareros.
Una característica propia de este centro turístico es que logra un acercamiento entre la cultura irlandesa y la Habana Vieja, y como muestra de ello es el restaurante Don Ricardo, donde podrás encontrar recetas de comida irlandesa junto con novedosas combinaciones de carnes con salsas de frutas y guarniciones de vegetales. En el salón Longford se realizan numerosas actividades que logran la fusión de la vida cultural irlandesa y la cubana; pero además, cada 17 de marzo el O’Farrill celebra el día de San Patricio, patrón de Irlanda.
Su patio interior destaca por un antiguo aljibe sombreado por un lucernario. El pasillo de la entrada de la casa es bien impresionante, con un techo alto y puertas de caoba pulidas y tachonadas en hierro, además de los dos pequeños pero elegantes asientos de mármol negros en el pasillo en forma de arco que conduce al patio. La estética general del hotel es el estilo Cubano Colonial.
Trocadero e/ Zulueta y Monserrate, Habana
Museo Nacional de Bellas Artes
El Museo Nacional de Bellas Artes alberga las colecciones de arte más importantes de Cuba, así como pinturas que datan del siglo XVIII al siglo XXI y arte antiguo. Las áreas de exhibición son colecciones de tesoros de pintura cubana y europea, que armonizan con las obras de arte de la antigua Grecia, Egipto y Roma. Sus valiosos activos se dividen en dos edificios: el arte cubano, a pocos pasos del Museo de la Revolución, y el Arte Universal, en el magnífico edificio que alguna vez fue ocupado por el Centro Asturiano, frente al Parque Central.
Calle San Ignacio 54 (Plaza de la Catedral), Habana Vieja, La Habana
Restaurante El Patio (Palacio del Marqués de Aguas Claras)
Es un palacio barroco de 1760 venerado por la gran belleza de su patio andaluz. Tiene una fuente rodeada de vegetación tropical donde encontrará varias. Antes de la Revolución, este edificio monumental era la sede del Banco Industrial; hoy en día alberga el Restaurante El Patio. A pesar de que ofrece comida tradicional cubana, su especialidad es la carne y el crustáceo, platos como la Parrilla Mixta de la Catedral (una parrilla variada) y brochetas de langostas y gambas. El bar sirve una colección de vinos, cervezas, rones y cócteles. Actualmente es posible comprar suvenires en la tienda de artesanía ubicada en la antigua Casa de Baños, en el lado oeste de la plaza de la Catedral.
Refugio No. 1 e/ Zulueta y Monserrate, Habana
Museo de la Revolución
Situado en el antiguo Palacio Presidencial (1920-1960), el Museo de la Revolución es un colorido edificio de una gran cúpula y una mezcla de estilos. Un panorama detallado de la lucha emprendida por el pueblo cubano para lograr su libertad está disponible en sus 38 salas. Sus áreas al aire libre cuentan con el Memorial Granma, donde los visitantes pueden ver, protegidos por una enorme caja de cristal, el bote en el que Fidel Castro y más de ochenta combatientes regresaron a Cuba desde el exilio en México para reiniciar la lucha por la independencia del país.
Carretera de La Cabana, Habana del Este
Fortaleza de San Carlos de La Cabaña
La gran Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, conocida como 'La Cabaña', que corre junto al puerto, fue construida después de la captura de La Habana por los ingleses en 1763. La mayor de las estructuras militares construidas por España en América, esta fortaleza fue completada en 1774 y su presencia formó un elemento de disuasión completo y efectivo contra los enemigos del país. El polígono, que ocupa un área de alrededor de 10 hectáreas, consta de bastiones, revellines, fosos, pasillos cubiertos, cuarteles, plazas y tiendas. Está impresionantemente bien conservado, y los jardines y las murallas se iluminan románticamente por la noche. Esta fortaleza alberga la espectacular ceremonia nocturna de El Cañonazo de las Nueve, el disparo de un cañón que marcó el cierre de las puertas de la ciudad, una de las tradiciones más antiguas y atractivas de La Habana.